81: Lo que perdió.
Emma se abrazó aún más a su padre. — Estas aquí ahora, y sé que vas a protegerme, papá. — respondió.
Daniel observaba a Emma y su padre. La cirugía de la madre superiora aun no terminaba, y todos esperaban que el Doctor López lograra salvarla. Había escuchado que Mikael Borbón fue prisionero en su propio palacio, y matado de hambre y sed al punto de la debilidad; los médicos de San Peter también a él lo habían atendido por desnutrición y deshidratación, además de un golpe ya casi cicatrizado en la parte trasera de su cabeza, y todo aquello, por supuesto, había sido provocado por Eduardo Cervantes, quien mantuvo a Mónica escondida. Apretando los puños, caminó hacia la habitación de Eduardo, su hermano estaba aún bajo los efectos de los sedantes, y no se le podía dejar solo en ningún momento debido a un probable nuevo intento de suicidio.
Mirando a Eduardo dormir, noto aquellos visibles rastros de sufrimiento. Lo que él le hizo a Emma y a su propio hijo, era imperdonable, y aun cuando a