10. La peor crueldad.
Entrando ambos al estudio, ninguno tuvo la intención de abrazar al otro; para nadie era un secreto que se aborrecían.
— ¿Ha que has venido? — cuestionó Enrique ofreciendo un asiento y una copa a su hijo y forzado heredero.
Negando, Daniel rechazo el vino.
—Vengo a exigirte que dejes en paz a mi prometida, Emma es la mujer con la que he elegido casarme, y no necesito que el cardenal de Exeter, intente persuadirme de contraer matrimonio con una mujer acusada de adulterio y divorciada. Sé que estas detrás de eso, y aun cuando el mismísimo papa me lo dijera, eso no cambiara en lo absoluto mi decisión. — puntualizo.
Enrique bebió de su copa. — Esa mujer no ha hecho más que traer desgracia a nuestra familia, los Borbón fueron excluidos de la realeza por adulterio, su madre, su abuela, y quien sabe que tantas mujeres de su familia más, se comportaron como rameras, y la verdadera pregunta aquí es, ¿Por qué te empeñas en recoger la basura que ha tirado tu hermano? Algo entre ustedes está prohi