51. Un rescate
Capítulo 51
Gritos. Luces. Pasos.
No llevaba ni cien metros en la espesura del bosque cuando algo pesado y violento se estrelló contra su espalda. Un cuerpo. Un brazo alrededor del cuello. Otro sujetándola por la cintura.
—¡Mierda! ¡Deténganse, que la tengo!
—¡La encontraron! —gritaron detrás de ella.
Jazmín forcejeó, pateó, arañó. Pero eran más y más fuertes. Uno la levantó y empujó con brutalidad al piso. La tierra fría le raspó las mejillas. Intentó levantarse, pero Caliche ya estaba ahí.
—¡Hija de perra! —gruñó mientras la tomaba del cabello y la levantaba a tirones—. ¿Te crees lista? —pregunta mientras levanta la mano— ¡Dime!
¡PAM!
La bofetada resonó por encima del murmullo de la selva. Jazmín tambaleó, aturdida, pero no lloró.
—¡Habla! ¿¡Con quién estoy hablando!?! ¡Conmigo te callas, maldita! —gritó Caliche completamente fuera de sí.
Ella solo escupió sangre al suelo por sus dientes chocando con su mejilla, sin mirarlo.
¡PAM! Otra cachetada.
Luego el pie de Caliche en su estóma