32. La certeza en la sombra
Capítulo 32
El motor del automóvil de lujo ronroneaba suavemente en el estacionamiento subterráneo. Afuera, las luces del centro comercial parpadeaban como estrellas artificiales, pero dentro del coche todo estaba en penumbra. El aire era fresco, controlado. Nathaniel Luther tenía los ojos cerrados, la cabeza ligeramente reclinada contra el reposacabezas de cuero negro. Su rostro, por una vez, no era una máscara de tensión… su aura parecía casi calmada.
Casi.
—Acaban de salir de la tienda de Chanel —informó George con voz baja, mirando su tablet—. La señorita Ravenshire eligió dos conjuntos. También pasó por Dior y pidió un par de zapatos. Todo ha sido procesado. Cero cargos. Como usted indicó.
Nathaniel no abrió los ojos, pero murmuró con voz ronca y rasposa:
—Mi Jazmín no usaba esas cosas costosas...
Hizo una pausa, y por un momento sus labios temblaron con una sombra de emoción.
—Me alegra que ahora sí.
George tragó saliva, incómodo por la calma peligrosa en la voz de su jefe. Algo