31. Encuentro en el probador
Capítulo 31
La boutique exclusiva estaba envuelta en un silencio elegante, con alfombras mullidas y música instrumental de fondo. Jazmín no tenía idea de que aquel lugar era una de las tantas propiedades silenciosas de Nathaniel Luther. Para ella, era solo una tienda más de lujo donde Amie, caprichosa y animada como siempre, la había arrastrado.
—Este vestido púrpura tienes que probártelo —dijo Amie, extendiéndoselo con entusiasmo.
Jazmín frunció el ceño.
—Es demasiado pequeño, le falta tela, Amie —hizo una mueca mirando desaprobadoramente a
Amie.
Jazmín no se vestía como una monja, pero tampoco como una puta esperando servicio.
—Pequeñas mis lolas —bufó Amie—. Entra al probador. Te espero afuera, vive un poco. Libérate.
Jazmín suspiró resignada y entró, probárselo no es comprarlo. El vestido era realmente hermoso, pero como lo pensó, el cierre se atascó a mitad de camino, ya que la tela le quedaba como una segunda piel. Intentó varias veces, luchando con los dedos, hasta que soltó: