Las semanas transcurrieron y lo último que Medea supo de su exesposo fue que las acciones de su empresa estaban cayendo poco a poco. Los inversionistas que antes lo respaldaban, ahora dudaban en seguir confiando en él, especialmente después de todo lo que había salido a la luz. Aunque le agradaba ver que su estrategia empezaba a dar resultados, aún no era suficiente.

—Ya tengo la información sobre Saphira —le dijo Rogelio mientras ella acariciaba suavemente a la gata favorita de su padre, que ronroneaba en su regazo—. Creo que le será bastante útil.

—Dime.

—Saphira trabajó como sirvienta en la casa de los Carstair —explicó—. Eso significa que ella y Elian se conocían desde hace tiempo.

—Y mi exsuegra lo supo todo este tiempo.

—Por supuesto.

—Eso me resulta bastante extraño. Conozco a Leticia, y dudo que haya estado de acuerdo con que una simple sirvienta se involucrara con su hijo.

—Todavía tengo más. Norman no es el verdadero padre de Saphira, es su padrastro. Su padre biológico muri