Alya cayo junto a Said, al verlo mal herido e inconsciente levanto su cabeza, de una jícara le dio a beber un trago de agua del manantial.
Su pata era un rio de sangre con un trozo de carne colgando, no sentia ya dolor, estaba seguro que al no sentir nada su cuerpo se estaba regenerando. Sacudió su cabeza, alzo la vista con una filosa agudeza.
Sonrió con sobrada malicia, Jena buscaba un reflejo de Conan, de donde habia provenido su voz, si es que él ahora estaba dentro del cuerpo de Bryan como iba a liberarlo.
Bryan retorció su cuello, algo en sí mismo no terminaba de encajar, una sensación caprichosa subía y bajaba por todo su cuerpo sin que pudiera controlarla, como una bola de pin pon, el aroma de Jarek era un bullicio en su cabeza, un apetito de tragarlo y un deseo inquietante de protegerlo.
Bajo la cabeza percatándose con horror, la profunda herida de su pata no habia cerrado ni un poco. La sangre corría sin control…
—¿Qué pasa? —alterado, dio un paso atrás a punto de tratar huir