Era hermosa, escondía un misterio en su mirada, sonreía con dulzura y paciencia, Débora le habia extendió la mano al presentarse, pero Jena se negó a tocarla. Era una amenaza, el fina de lo que sea que existiera entre Conan y ella, devora bajó su mano rígida dejándola natural a un costado suyo.
Intento no demostrar inferioridad, ni sentirse menos hermosa que la antigua esposa de Conan, pero ella tenia una bella salvaje y campestre.
—¿Desde hace cuánto que estás aquí?, ¿has hablado con Conan?
—Pregúntaselo a él, no deseo crear ninguna discordia entre ustedes…
—Te lo estoy preguntando a ti —apenas contenía la rabia en su voz, —, estas aquí porque quieres que sepa de tu presencia o quieres que sepa algo más.
—solo quiero que abras los ojos, y dejes de engañarte imaginando que tendrías una vida larga a lado d Conan, el termina siempre volviendo a mí.
—Yo estoy aquí ahora, yo rescate a Conan de una tristeza profunda, yo le di lo que el necesitaba, me entregue a el y ahora estamos unidos po