Narrado por Anya
Las palabras de Kieran resonaban en mi cabeza, cada una como un eco oscuro que se multiplicaba. No era solo mi sangre lo que buscaban, sino también la de Aiden. Una mezcla de miedo y furia se arremolinaba en mi interior mientras lo miraba, tratando de descifrar sus verdaderas intenciones.
—Explícate —dije, cruzando los brazos frente a mí para mantener la compostura. Mi voz era firme, pero por dentro, estaba temblando.
Kieran sonrió con ese aire arrogante que siempre me ponía los nervios de punta. Era un hombre acostumbrado a jugar con la paciencia de los demás, y parecía estar disfrutando del espectáculo.
—¿Por qué habría de hacerlo? —replicó, sus ojos brillando con malicia—. A menos, claro, que haya algo para mí.
Aiden dio un paso al frente, y la energía de la manada detrás de él se intensif