Narrado por Aiden
La noche había caído con una solemnidad que parecía abrazar cada rincón del bosque y nuestra cabaña, transformando el ambiente en un escenario sagrado. Hoy era un día especial, un día en el que la manada se reunía para celebrar el paso de Juca a su destino. Después de años de batallas, de pérdidas y de renacimientos, había llegado el momento de que nuestro primogénito, Juca, se iniciara en el ritual que marcaría su ascenso para asumir el lugar de Alfa en el futuro. A mi lado, Anya, mi compañera y amor eterno, me observaba con orgullo y ternura; juntos habíamos forjado un camino de redención y luz, y ver a nuestro hijo crecer era la mayor recompensa que podíamos anhelar.
La preparación había comenzado al caer el crepúsculo. La manada, fiel a sus tradiciones, se había reunido en un claro del bosque, donde los árboles centenarios parecían custodiar secretos milenarios. Habíamos pasado semanas organizando cada detalle: los antiguos símbolos tallados en piedras, la dispos