En la silla del restaurant Nick apretaba la mano mientras miraba como se iban los 6 felices, pero un mensaje llegó a su celular.
… Señor estoy dentro…
— Maravilloso, ahora no podrás escapar Kate, irás directo a mi trampa, con mi hombre cerca de ti y ganando tu confianza, serás mía más pronto de lo que piensas. — Nick tomó el celular e hizo una llamada.
— Alo, necesito al “Doctor” pronto, debemos hacer ese movimiento. — Nick terminó de hablar y cortó mientras golpeaba la mesa con sus dedos, varias mamás que llevaban a sus hijos le sonreían, Nick era sin duda un hombre muy guapo, que escondía la verdadera fealdad de su interior.
Los días pasaban y Kate hacía su vida normal, ya se había acostumbrado a la presencia de Brice y Joel, cosa que no molestaba para nada a sus trabajadoras que cada día se turnaban para darles café o lo que ellas cocinaran. Kate se levantó y Joel se levantó con ella.
— Señora, donde va.
— Iré por un café a la esquina, si quieres me acompañas o Brice.
— Brice, qué