Durmiendo bajo las estrellas.
ADELINE DE FILIPPI
La hamaca se mecía lentamente bajo el cielo estrellado. El crujido de la cuerda, el canto de los grillos y la tibieza de su cuerpo junto al mío hacían que todo se sintiera... demasiado real. Mis pensamientos estaban revueltos, y aunque trataba de calmarme, el calor que sentía dentro no desaparecía.
Lucien mantenía los ojos cerrados, su respiración empezaba a recuperar la calma, pero su mano seguía en mi espalda, acariciando lentamente, como si mi piel le diera paz. Me sentía segura con él, protegida… pero también cada vez más nerviosa. Esa noche algo había cambiado, y lo sabíamos los dos.
—¿Estás bien? —preguntó con la voz más suave del mundo, sin abrir los ojos.
Asentí, aunque sabía que él podía sentir el temblor leve en mi cuerpo.
—Solo estoy… pensando.
—¿En qué?
No supe qué responder. ¿Cómo decirle que estaba pensando en sus labios, en su pecho, en lo que sentí al tocarlo? ¿Cómo admitirle que por primera vez no solo lo quería… lo deseaba?
Me escondí un poco más e