Bastien se detuvo en la calle mientras Kate lo miraba.
¿Por qué paramos?
¿Recuerdas que le prometí a mi bebita llevarla a comer lo que quisiera por portarse bien? Bueno, iremos a ese restaurant – Bastien se acercó y susurró – su especialidad son los pasteles y los postres – Kate sonrió.
¿Comeré pastel?
Con extra-chocolate – le susurró Bastien, luego acarició su mejilla – pero solo por esta vez, no quiero que tu presión suba, promete que después de esto serás buena niña.
Lo prometo – Bastien bajó y abrió su puerta mientras entraba para desatar su cinturón, su aroma embriagó a Kate quien no pudo evitar cerrar sus ojos para inhalar su olor, Bastien la miró y aprovechó sus ojos cerrado para dejar un beso en sus labios, ella abrió los ojos –
¡¡Bastien!! ¡¡Fresco!!
Tu cerraste los ojos y me diste pie.
Te aprovechas de cualquier circunstancia.
Así es, ven – Bastien le dio la mano y la ayudó a bajar, fueron caminando al restaurant donde una mesa los esperaba, llegó el mozo y Bastien pidió un