Despierto al sentir algo pinchar mi brazo, además de un olor a antiséptico que hace que las náuseas me ataquen, levantándome de golpe.
- M****a, Lisa - Martín se levanta corriendo hasta donde estoy, toma una cubeta y me la da para que pueda vomitar - ya, tranquila - Cuando termino, me vuelvo a acostar en la cama con mi estómago revuelto - ¿mejor? - niego con la cabeza.
- Odio vomitar.
- Solo será los primeros tres meses - me mira levantando una ceja con una sonrisa en el rostro.
- ¿Tú por qué sabes?
- Bueno, puede que haya leído algunas cosas de embarazos - oh por Dios, leyó cosas sobre mi embarazo, es que ni yo, que soy la embarazada, he leído. Definitivamente es y será un gran padre.
- Eres el mejor, pero ahora dime ¿por qué caí aquí?
- Bueno, primero me diste un buen susto. Lo otro es algo normal, o fue lo que me dijo la doctora, pero aun así debes guardar reposo por dos días.
- M****a, ¿y tu madre? ¿Cómo está ella?
- Ya despertó, y está preguntando por ti.
- Bueno, ¿qué estamos esp