LISA MOLINA
-Ana, este vestido no me convence - me miro al espejo y parezco una foca con este vestido tan pomposo.
-Tienes razón, ¿por qué no te pruebas uno que sea pegado al cuerpo?
-No entraré en eso, por si no te has dado cuenta tengo dos bebés que me hacen ver más gorda que tú - mi amiga se ríe, mientras come el chocolate que tanto antojo tenía.
-A ver, pruébate este - me pasa un vestido en corte sirena, con unos hermosos encajes en todo el vestido, tiene un pequeño escote y es de manga larga, pero tiene algunas transparencias.
-Está precioso.
-Lo sé, ahora pruébatelo.
Me miro al espejo mirando embobada mi vestido de novia, definitivamente este es, estoy segura que Martín se irá para atrás cuando me vea.
-¡Estás preciosa! - una lágrima cae por la mejilla de Ana.
-¡Hey, no llores! - limpio su lágrima dedicándole una sonrisa.
-Lloro de felicidad, después de tanto dolor y sufrimiento por fin van a ser felices - ay no, ahora la que va a llorar soy yo - no llores.
-Todo esto me parece u