ELENA

Mi primera vez fue para vengarme de mi padre, para solucionar mi problema, pero en esta ocasión yo quería que sucediera, quería disfrutarlo. Sin prisa, con calma y así lo hizo Lycan.

—¿Estás segura de que quieres hacerlo? Estás lastimada.

—Estoy segurísima —le murmuré al oído.

No sé qué tenía ese hombre… Pero me gustaba tenerlo cerca. Demasiado cerca. Cada vez que estaba a unos pasos de mí, quería tocarlo y sentirlo. Rozar su piel solo para comprobar si era real. Y cada vez que me miraba, me recorría una especie de cosquilleo por todo el cuerpo, como si mi piel reaccionara solo a él.

Quería besarlo. Y eso era raro en mí.

Nunca me había sentido tentada por nadie,

jamás, pero con Lycan… Él era la tentación hecha carne.

Ese cuerpo, esa forma de caminar, esa mirada que parecía atravesarme… Me hacía perder la cabeza, hasta la cicatriz que tenía cerca del ojo me parecía hermosa.

Era como si algo dentro de mí gritara, es él.

Y aunque intentaba resistirme, cada vez que lo tenía c