POV: Cecilia Hernández
Me quedé quieta.
No dije nada, no hice nada. Solo lo observé mientras se alejaba, con el cuerpo aún temblando por la tensión de lo que acababa de ocurrir. La puerta se cerró tras él con un sonido seco que pareció retumbar en todo mi interior.
Por un momento, el silencio fue absoluto. Solo se oía el latido frenético de mi propio corazón, golpeando con fuerza contra el pecho. No sabía si era miedo, rabia o una mezcla de ambas cosas, pero algo dentro de mí se rompió.
¿Cómo podía ser tan terco? ¿Tan ciego? ¿Qué parte de “quiero el divorcio” no entendía?
Liam siempre había tenido esa manera de imponerse, de hablar como si su palabra fuera una verdad indiscutible. Pero lo de hoy… lo de hoy había sido distinto. Había algo en su mirada, algo oscuro, desesperado, casi dolido. Y, aun así, no podía justificarlo. No podía aceptar que siguiera negándose a soltarme cuando todo entre nosotros había sido una farsa desde el principio.
Me dejé caer sobre la orilla de la cama, aún