POV: Liam Azacel
No había podido dormir.
Toda la noche la pasé en el estudio, encerrado entre papeles, intentando concentrarme, tratando de perderme en el trabajo para no pensar en ella. Pero era inútil. Cada vez que levantaba la vista, cada vez que la mente me traicionaba, ahí estaba Cecilia. Su voz, su mirada, su determinación al decir que quería el divorcio.
Esa palabra me perseguía como un eco constante. Divorcio. Sonaba tan definitiva, tan fría, tan ajena a lo que alguna vez había sentido cuando la miraba. Quería hacerme creer que no me afectaba, que podía aceptar su decisión con madurez, que aquello no significaba nada más que el fin de un acuerdo. Pero mentirme era inútil. Había algo dentro de mí que se negaba a soltarla.
Pasé horas revisando documentos que no tenían sentido alguno, firmando sin leer, corrigiendo errores inexistentes. Solo necesitaba mantener la mente ocupada, pero ni siquiera eso funcionó. La imagen de Cecilia saliendo de mi oficina, con el mentón en alto y la