POV: Cecilia Hernández
El grito de Rayner aún retumbaba en mis oídos cuando sentí cómo se abalanzaba sobre mí, su mano buscando sujetar mi brazo con fuerza. Mi corazón se aceleró hasta un ritmo casi insoportable. Instintivamente quise retroceder, pero Liam estaba allí, como un muro impenetrable, interponiéndose entre nosotros.
—¡¿A dónde carajos crees que vas con mi esposa?! —rugió Liam, su voz desgarrando el aire del jardín.
Rayner no se amedrentó, su expresión estaba cargada de furia y desesperación. —¡Cecilia, tú eres mía! —gritó, con la voz quebrada por la mezcla de miedo y rabia—. ¡Eres mi mujer! ¡Cecilia, juro que me vas a pagar esto!
Yo apenas podía respirar. Mis piernas temblaban, mi corazón latía tan rápido que sentía que iba a estallar dentro de mi pecho. Todo era un caos. Liam me sostenía firmemente del brazo, protegiéndome y, al mismo tiempo, recordándome la fuerza de su presencia. Rayner y Liam se enfrentaban, dos mundos distintos colisionando en un instante que parecía e