Mundo ficciónIniciar sesiónEvelyn salió por la puerta principal del edificio con el celular en la mano y el cabello recogido con la precisión de siempre. Venía repasando mentalmente la lista de pendientes del día, satisfecha con la tranquilidad de saber que Marcus, Laila y Melissa estaban estables, felices, avanzando. Para Evelyn, ese pequeño equilibrio doméstico —improbable meses atrás— era casi un regalo.
Pero justo cuando empujó la puerta giratoria, una figura se atravesó en su camino. Una mujer con gafas enormes, labios muy delineados y una sonrisa demasiado amplia para ser natural. Clara.
Evelyn sintió el estómago tensarse, no por miedo, sino por fastidio. Las mujeres como Clara le resultaban transparentes; las había visto miles de veces en el tiempo junto a los Blackthorne. Sabía id







