Mundo ficciónIniciar sesiónEl viaje de regreso a la Fortaleza Draconis fue un silencio tenso y cargado. Anya estaba en el asiento trasero del vehículo blindado, envuelta en una manta. Su cuerpo humano era un mapa de dolor, pero ya no por el agotamiento mágico, sino por la brutalidad de la primera transformación.
Kael estaba sentado a su lado. En lugar de interrogarla o felicitarla, se había dedicado a curar sus propias heridas de lobo, que habían sido graves debido al drenaje mágico. Cada pocos minutos, su mano se extendía para tocar la de ella, un contacto físico silencioso que le permitía monitorear el estado de su mate a través del enlace.
—El rescate de la Luna Aciano fue exitoso. La Ceniza huyó. Y has matado a su líder, Anuladora. El Consejo no podrá ignorarlo —dijo Kael, rompi







