Nicola
Todos salimos del auto en silencio, Lorenzo estaba ayudando a Shadow a salir del vehículo, pero él se resistía, murmurando algo entre dientes mientras intentaba apartar a su gemelo.
Lorenzo, con paciencia que pocas veces le había visto, simplemente lo agarró del brazo y lo guió hacia las escaleras.
—Lo curaré, —dijo mirando a Valentina.
Vi a Shadow fulminarlo con la mirada, pero Lorenzo no aflojó su agarre.
Valentina caminó hacia mí, y me extendió un teléfono viejo y pequeño.
—Llama a Bianca y dile que se muevan, —me ordenó. —Después destruye el teléfono.
La miré un segundo, contemplando todo lo que habíamos pasado hasta este momento.
Valentina, la mujer que había jurado destruirme, estaba ahora en este punto intermedio, entre traición y lealtad, entre odio y... algo que no queríamos nombrar, aunque nos estuviéramos muriendo de ganas.
Asentí en silencio y me alejé unos pasos, marcando el número de Bianca con los dedos temblorosos, esperando que contestara.
Al segundo tono, su v