Valentina
Nicola...
No solo fue el castigo que recibí por tratar de escaparme. Sí, fue doloroso, fue brutal, pero también fue algo excitante, algo que me mostró quién es Nicola realmente, lo que estaba dispuesto a hacer cuando algo se le metía en la cabeza.
Un hombre que se preocupa, incluso cuando no quiere. Un hombre que protege lo que es suyo.
Pero fueron los pequeños detalles, las cosas que no debería recordar y que, sin embargo, no puedo olvidar.
Como ese día en que llegó a mi apartamento después de la llamada con mi padre, yo estaba llorando a mares... Estaba actuando, pero en algún lugar de mí, las lágrimas no fueron tan falsas.
Nicola me vio. No dijo nada, no me juzgó. Simplemente me preparó un té y se quedó a mi lado hasta que me calmé.
Eso fue lo que me quebró un poco.
No era el Nicola despiadado que todos temían.
En esos momentos de intimidad, era alguien más, alguien que se preocupaba por mí de una forma que nadie más lo hacía. Y yo, a pesar de mi entrenamiento, a pesar de