Mundo ficciónIniciar sesiónEl primer rayo de luz que atravesó las cortinas de lino fue suficiente para que Sara despertara.
Por un instante, no supo dónde estaba. Las sábanas eran demasiado suaves, el aire olía a cedro y flores frescas, y el sonido lejano del agua corriendo no era el de su pequeño apartamento, sino el de una fuente en el jardín. Tardó unos segundos en recordar todo lo que había pasado.
El secuestro.
La huida.
El bosque.
Scott encontrándola.
El corazón le dio un vuelco. Se sentó lentamente, con una mano en el vientre. Su bebé. Estaba bien. Aún respiraba, aún sentía su pequeño cuerpo latir con fuerza.
Se obligó a inspirar hondo.
La habitación era enorme, decorada con muebles de madera oscura y toques modernos: un espejo de cuerpo entero, cortinas marfil, una lámpara de pie que parecía salida de una gal







