Las palabras de Robert, el veneno en su voz, el odio en sus ojos, se sintieron como puñaladas en el corazón de Leo que todavía no salía de su asombro. Conocía a su hermano y lo cruel que podría llegar a ser, ¿Pero tenderle una emboscada de este tamaño? ¡Eso no tenía nombre
Se le acusaba de traición a la raza Lican y a la manada que había jurado defender y proteger, y a la que tanto crecimiento había traído, pero claro, ¡era Rob, no podía esperar nada diferente de él! Su odio, su envidia y su falta de empatía por Leo eran antiguos problemas que arrastraban desde que Tomas estaba vivo.
El fantasma del pasado, su divorcio con Tracy, la rabia de su familia, la conspiración de su hermano, todo se unía en una trampa que estaba a punto de atraparlo. El viaje, la tristeza de dejar a Sienna, el aullido silencioso de su lobo que, permanecía silencioso y meditabundo desde antes el aterrizaje, todo se desvaneció, reemplazado por la urgencia de su destino.
La lucha por su vi