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UNA IDEA BRILLANTE

Mientras tanto en la cocina, nuestras mentecillas brillantes comenzaban a confabular...

-¿Babosito?

-¿Cuándo será el día que me cambies ese apodo? ¿Algo así como cariño, cielo o mi rey?

-Ya cállate, eres baboso y punto.

-Jóvenes -Jack no pudo aguantar la risa que le producía ver el espectáculo que armaban esos dos.

-Ya, ya, a lo que iba. La próxima semana será la primera audición y aunque soy perfecta, tengo miedo de que te equivoques.

-No te preocupes, enana -replicó en tono molesto-. Todo saldrá estupendo, pero si quieres podemos trabajar todo el fin de semana para que la señorita no se sienta nerviosa.

-El tema es que tanto tu papá como mi mamá están enfrascados en lo de su juicio y no creo que nos dejen ir solos por tantos días.

-¿Dónde?

-A los Hampton...

-Buen punto...

-¿En qué están pensando, pulguillas?

-Ah guapetón, solo en divagaciones.

-¿Tan chicos y con tantas preocupaciones?

-Ajá -respondió Alma asintiendo con su cabeza.

-¡Se me ocurrió una idea! -Lanzaron ambos chicos al unísono, mirándose fijamente, pues al parecer ambos pensaron lo mismo, esa idea era maravillosa y sólo a ellos se les podía ocurrir.

-Ethan ¿qué harás este fin de semana? -Pregunto Alma muy misteriosa.

-¿Eh?

-Si hermano, ¿tendrás turno?

-Pues, bueno -se vio incómodo, mientras se tocaba la nuca-. Este fin de semana pensaba en descansar en la casa de la playa.

-¡Perfecto! -nuevamente ambos chicos exclamaron al mismo tiempo y Ethan los sigue mirando curioso.

-¿Qué es tan perfecto chicos? -pregunto Val llegando a la cocina.

-Nada malo hermana, es que hemos nombrado a Ethan nuestro niñero oficial de fin de semana - Los mayores se miraron entre sí, mientras Jack aguanta la risa. Se dio la media vuelta para seguir preparando el desayuno.

-Así es mi bella dama. Mi hermano terminando las clases te pasaremos a buscar al hospital para irnos a la casa de la playa -soltó sin más.

-Pe, pe, pero ¿qué? yo no dije eso.

-No es necesario hermano, ya lo decidimos.

-Eres lo máximo guapetón.

-Te tocará duro el fin de semana - «Te mereces por meterte en mis sueños.» dijo Val en su cabecita.

-Ah no señorita, eso sí que no. O vamos todos o no va ninguno.

-¡Hermano!

-¡Guapetón!

-¿Ah? ¿Y mi turno?

-También estarás libre, lo acabo de decidir - «Aprovecharé para que esos dos idiotas hagan el turno de Val y así podré estar con ella.» pensó él.

El mayor de los Scott pensaba llevar a alguna de sus amiguitas, pero no podía desaprovechar la excelente oportunidad que esas dos mentecillas brillantes le estaban dando.

-Llegando al hospital organizó los turnos, no me puedes dejar con estos dos granujas solo el fin de semana.

-Anda hermanita, desde que llegaste no hemos tenido un tiempo de calidad entre hermanas.

-Porfis, porfis di que sí.

-Anda hermana, di que sí.

-Okey, pero con una condición.

-¿Cuál? -preguntaron los tres.

-Sólo si nos acompaña Jack

-¿Yo?

-Sí, tú- «Otra vez Jack al baile, pero no se la haré nada fácil» pensó Ethan.

-Por supuesto solo déjenme llamar a papá para que nos autorice - Ethan marcó el teléfono y al segundo timbre contesta Adam.

-Hola, Ethan, ¿cómo estuvo todo anoche?

-Hola, muy bien papá, descansamos como bebés -le guiñó un ojo a Val y ella reviró sus ojos.

-Perfecto, ¿dime para qué me llamas?

-Bueno papá, con los chicos queríamos pedirte permiso para llevarlos a la casa de la playa este fin de semana. Alma y Thomas quieren practicar y dicen que ese lugar les ayuda mucho. Además, estarían supervisados por Val y por mí.

-Y dile lo de Jack -susurró Val en su oído, mientras pasa por su lado, erizando su piel.

-Ah y también queremos que Jack nos lleve. - «Di que no. Que lo necesitas por favor» pensó en su fuero interno.

-Dame un segundo -Adam tapó el teléfono y se dirigió a Blue.

-¿Blue?

-Si, señor Scott- «Al parecer sigue molesta ¿Qué esperabas bruto?» pensó Adam.

-Los chicos quieren ir a la casa de la playa para trabajar en sus diálogos y Ethan con Val están dispuestos a llevarlos. Tienes algún problema con eso.

-No, para nada, si ellos están de acuerdo no tengo inconveniente.

-Perfecto- «Te tendré solo para mí este fin de semana y así podremos solucionar nuestro problema»

-Ya, está decidido, se llevan a Jack y Rosita. Necesitan de alguien que los alimente también. 

-¿Ah? -Genial ahora tendrían a dos vigilando y eso arruinaba por completo los planes de Ethan-. Okey, papá.

-Pues que Jack los deje en sus lugares y luego venga por Rosita al penthouse y organice todo.

-Okey, gracias, papá- Ambos cortaron la llamada y aunque al mayor no le salió todo como quería, sentía que ese fin de semana podría sacarse las dudas de que tenía con Val o eso esperaba.

-Bueno familia, después de terminar nuestro día, ¡Nos vamos a los Hampton!

Los menores celebran haciendo un baile y Val suspira un poco complicada, pero se las aguanta, todo sea por el bien de los chicos.

-Jack una vez que nos dejes en el hospital, ve al penthouse a buscar a Rosita y organiza nuestro viaje con ella, ustedes dos nos acompañarán.

-Si, joven Scott.

-Pues me parece perfecto doctor Scott, ahora si no le molesta, ¿podemos irnos ya? No quiero llegar retrasada a la primera ronda, usted sabe que la doctora Collins no me tiene en buenos términos...

-Si, si, si. Vámonos chicos -respondió sonrojado.

Tiempo después en la escuela...

-Espero con ansias que termine este día tan tedioso.

-Si, no puedo esperar la hora que partamos a nuestras mini vacaciones.

-No olvides que vamos a practicar, babosito. y a alcanzar nuestro fin en común.

-Obvio mi enana, pero recuerda no solo estudio será este fin de semana.

Mientras ambos chicos reían, unos ojos los miraban con odio...

-No sé qué le ve a esa idiota, es una oportunista.

-Es una tonta, pero Thomas lo es más, la verdad es que no puedo creer que te cambiara por ella.

-Algo tendrá la chica que lo trae loco, pues queridas. Ellos dos ya parecen la pareja del año.

-Eso jamás. Thomas es sólo mío.

-Si amiga, ten calma- «Tonta, no sabe que nadie la quiere, si no fuera la hija del juez Marshall ni nos acercaríamos a ella.» Pensó la chica en sus adentros.

-Por supuesto Irma, tú siempre lo consigues todo - «De paso me dejas el camino libre con ese bombón.» Pensó el chico, mucho más maquiavélico que Irma.

Nuestras mentecillas brillantes no se dan cuenta de lo que conversan ese grupo de chicos y siguen tramando cómo acercar a sus hermanos...

En el Hospital...

Ethan se aproximó a la oficina de su jefe y amigo, el doctor George. Golpeó la puerta y espero.

-Adelante- El muchacho entró y se sentó en la silla frente al escritorio de su jefe.

-¿Qué te trae por aquí muchacho?

-George, quiero pedirte que le des el fin de semana libre a la interna Soré.

-¿Ah? ¿y eso? ¿Desde cuándo estamos con éstas, Ethan?

-No es lo que te imaginas, déjame explicarte - Ethan le lanza toda su artillería al doctor George contándole la comedia de circunstancias que unen a estos dos y que debido a que sus padres están muy ocupados por un caso ellos deberán cuidar a sus hermanos menores...

-Vaya, vaya nunca pensé que el lobo solitario de Adam por fin encontró el amor y menos como me lo cuentas -dijo el hombre mayor, mientras se ríe a carcajadas-. Tú sabes que estás a cargo de los internos, si logras coordinar con ellos no tengo ningún problema.

-Muchas gracias, amigo. Te prometo que te lo compensaré.

-Más te vale que cuides mucho a la doctora Soré, ella es un gran elemento.

-Eso lo sé, no te preocupes -Ethan salió feliz de la consulta y se dirigió a la sala de descanso para terminar con lo planeado, abrió la puerta y se encontró con quienes necesitaba hablar.

-Bueno, bueno mocosos, tengo que hablar seriamente con ustedes.

-Si, doctor.

-¿Para qué somos buenos? -preguntó Bruno haciéndole ojitos.

-Este fin de semana requiero de ustedes para que cubran el turno de la doctora Soré.

-¿Ah era eso? -respondieron ambos chicos.

-¿Si?

-Pues la bella doctora Soré ya nos lo había pedido y nosotros aceptamos encantados -respondió Bruno guiñándole un ojo a Val que se encontraba en la puerta detrás de Ethan aguantando la risa.

-Así es doctor Scott, los chicos amablemente cambiaron sus turnos conmigo.

-Y yo armando tremendo escándalo - Los cuatro soltaron una sonora carcajada que queda cortada por la llegada desagradable de Daniela.

-¿Porque tanta risa aquí? ¿Se les olvida que esto es un hospital? Aquí se viene a trabajar, no a hacer vida social -exclamó molesta.

-Por supuesto que no, doctora Collins -respondió molesto Bruno.

-Perdón doctora, pero estamos en nuestra hora de descanso.

-Collins, creo que te estás pasando de la raya -bufó molesto Ethan.

-¿Ahora te estás poniendo de su lado? Esto es insólito Ethan, tú ¿el trabajólico? Deja que me ría.

-Pues no, solo me baso en los hechos y te recuerdo que los chicos están bajo mi mando, no el tuyo ¿Te quedó claro? -espetó molesto.

-Esto no se va a quedar así -bramó roja de furia Daniela.

-¿Qué? ¿me estás amenazando Dani?

-No, no, no, disculpa Ethan -al parecer se dio cuenta que se le estaba cayendo su careta-. No es eso, es solo que el trabajo ha estado intenso.

-Pues descarga tu ira con otra cosa Dani, a Val y a los chicos no los tocas, ¿entendiste? - Los tres chicos se quedaron impresionados, en todo el tiempo que ya llevan trabajando con él, es la primera vez que los defendía.

-¿Terminaron de comer? -preguntó Ethan para terminar la discusión.

-si doctor -respondieron los tres al unísono.

-Pues vamos a terminar nuestro día. 

-Listos y dispuestos, señor -dijo en broma Bruno, mientras pasaba por el lado de Daniela-. Con permiso doctora Collins.

Y así se pasó el día. Los tres internos acompañados por su guapísimo tutor hacen la ronda de la tarde con el mejor de los ánimos, no sólo por lo sucedido, sino porque sabían que para sus queridos pacientes deben poner su mejor cara. Cuando terminó su turno volvieron a la sala de descanso y los cuatro se lanzaron a los sofás que habían en el lugar.

-Estoy muerta.

-Por dos.

-Por tres.

-Por cuatro -Los cuatro soltaron una risotada por las locuras que se les ocurren, cuando sonó el teléfono de Ethan.

-Hola, pulga.

-Hola, Guapetón.

-Preciosa, que gusto oír tu voz y no la del pendejillo ese.

-Bueno, para lo que te llamaba, ¿ya están listos?

-Casi -tapó su teléfono y miró a Val-. Es la peque, ya nos están esperando.

-Ok, dame 5 y estoy lista.

-Vale -retomó la llamada y se dispuso a hablarle a Alma-. Preciosa en 5 minutos estamos afuera.

-Super, los esperamos-Como pueden Ethan y Val se apresuran para salir, se despiden de los chicos y emprenden su camino a la salida del hospital, pero todo no es color de rosa como se pinta.

Mientras van caminando, escuchan el ruido de ambulancias y por

los altoparlantes empiezan a decir:

¡CÓDIGO AZUL, CÓDIGO AZUL, SE REQUIERE A TODO EL PERSONAL DISPONIBLE EN LA SALA DE EMERGENCIAS!

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