Inicio / Romance / La ley de Blue / FINALIZANDO UN BUEN DÍA
FINALIZANDO UN BUEN DÍA

Los hermanos Scott y Soré, una vez que terminaron su actividad con los niños del área de cardiología se disponen a tener un merecido descanso.

-Estoy cansadísima -dijo Alma, lanzándose al sofá que se encuentra en nuestra sala de descanso.

-Yo también -le secunda Thomas, acomodándose al lado de ella.

-Pero valió la pena ¿no? -Val se adentra y se sentó junto a los chicos, luego me miró y sonrió -Gracias de verdad, Ethan, pudiste negarte y no lo hiciste. 

-Eh... Bueno. -Me rasqué la nuca mientras la miraba sonreír, de verdad que quería decir que no. Estas cosas me dan vergüenza y no soy un Patch Adams moderno, pero ver esa linda sonrisa que me da, hace que las mariposas murciélago que tengo en el estómago vuelvan a revolotear. Sin darme cuenta tengo a Thomas a mi lado quien me da un zape para que salga de mi ensoñación. 

-Deja de babosear, hermano. ¿Así que tú eres el "Ogro" miserable que mantiene a nuestra princesa Val en este castillo? 

-¡Thomy! -Lo reprendió Val, mientras lo atravesaba con la mirada.

-Bueno, lo baboso al parecer viene de familia -se rio Alma-. El mundo es demasiado pequeño Ethan, nunca pensé que el monumento de tutor al que se refería mi hermana eras tú. 

-¡Alma! -Ahora Val reprendió a la peque-. Eso no es cierto. 

-¡Ay, no! Ahora éste me va a escuchar, pero déjame decirte que deberías haberte dado cuenta hermana que el baboso de Thomas y Ethan son hermanos, ¡Si es que son igualitos! Porque el apellido Scott es conocido así que eso te lo perdono, pero espera a conocer a Adam, cuando lo veas te darás cuenta de que están hecho a imagen y semejanza del padre, parecen hechos con el calco que usa el abuelo en sus recetas médicas. 

-¿Qué? ¡No! -Exclamamos con mi hermano, pueden decir cualquier cosa, pero no nos parecemos, eso sí que, no. Veo como Alma se acerca a nosotros y toma mi barbilla. 

-Cara de ángel, cuerpo de demonio y alma negra como la noche. Creo que en lo último no se parecen tanto, pues Thomas y Adam son unos dulcitos, sorry por lo que te toca Ethan, pero si, eres la viva copia de tu papá. Aunque por dentro estés podrido -me señaló Alma, mientras hace una pose dramática.

-Alma, creo que estás tomando juicios apresurados. -Responde Val-. No porque sea un mujeriego debe tener el alma negra, es solo que... Ay, ya ni sé lo que digo. Alma no suelta mi barbilla la acerco a mí y le doy un abrazo.

-Ay, pequeña. De verdad que me caes muy bien y como ha terminado mi turno y los veo cansados, me imagino que también deben estar hambrientos. Los invito a cenar y luego las dejó en casa. 

-¡Yey! Olvida lo que dije. Eres un alma blanca y pura. Además, no quiero comer la comida que prepara mi hermana, con eso del veganismo ya parezco conejo comiendo solo alfalfa -confesó Alma liberando una carcajada. 

-Enana, deja de molestar -replicó Thomas.

-Chicos, ¿Ustedes dos no pueden estar ni un rato sin discutir?

-No - respondieron al unísono.

-Alma estás loca, sabes que igual puedo cocinar comida rica y saludable. 

-Alfalfa... Puaj. Quiero comer comida grasosa, de esa que tapan las arterias, total tendré dos cardiólogos en la familia -Alma habla en tono divertido y todos reímos de sus ocurrencias -Ya sé, una Pizza gigante que chorree el queso por los lados y muchísimo pepperoni.

-Me uno a la petición, creo que me comería una vaca si la tengo delante. -Señala Thomas. 

-Bueno, por fin están de acuerdo en algo, dejen que me dé una ducha, me cambio y nos vamos. ¿Vale? 

-Dale, te esperamos "Ogro" -Dijo mi hermano, mientras las chicas se aguantan la risa. 

Salgo de la sala de descanso, me apresuré a ir a los vestidores y sacarme el cansancio que tengo dentro. Debo decir que este ha sido un excelente día, como nunca me he divertido trabajando y no me había reído hasta las lágrimas, menos con mi hermano. De verdad que quiero conocer más a la diosa de Blue, ahora sabiendo las hijas que tiene, me he dado cuenta no sólo que papá está mejor. Sino que también mi hermano y yo hemos cambiado al tener a sus hijas así de cerca. Creo que ya es el momento. 

Me estoy desvistiendo para darme mi merecida ducha y aparece Dani como si el diablo la tuviera poseída. 

-Te gusta esa perra ¿no? 

-¿De qué hablas? -Se acerca a mí y agarra mi camisa abierta para intentar darme un beso, alcanzo a correr mi cara y sólo logra topar mi mejilla. 

-Esa putita jamás te podrá dar lo que yo puedo, cariño... 

-Ya para Dani, no sé a qué te refieres y menos me interesa. -Como pude me zafé de su agarre y la miré molesto. 

-Lo nuestro, era maravilloso, Ethan. No puedo creer lo ciego que eres, ¡yo te amo! A ella la quieres para un revolcón y nada más -¿Que carajo? A esta se le soltó un tornillo, no solo debo mandarla al oftalmólogo, también al psiquiatra. Solté una carcajada y me quedé mirándola. 

-Daniela, ¿De verdad creíste que había algo entre nosotros? -Nos señalo- A diferencia de lo que piensas lo de "nosotros" fue solo sexo. Un revolcón, que te quede claro.

La hago hacia un lado y al parecer mi fuerza fue más, haciendo que caiga sentada en la banca del vestidor. 

-Ella no es para ti. Yo soy... 

Corté lo que quiera tratar de decir y la tomé del brazo. 

-Ni tú ni nadie son comparables. Ella es una chica sencilla, esforzada, inteligente y bella -Lo digo de corrido y ni yo creo que lo esté diciendo-. pero tengo bien claro que no es para mí, ella se ha ganado mi respeto y todo lo que ha logrado a pulso en este hospital. No como nosotros que dependemos de nuestro apellido y si me gusta, que digo ¡Me encanta!, pero sé que ella jamás se fijará en un tipo como yo, o que me mirará con otros ojos y eso lo respeto. Mujer, valórate, no te rebajes a esto - La señalo, pues está roja de furia y con lágrimas-Tú no eras así. 

-Esto es lo que soy, gracias a ti -chilló y se puso de pie lanzándome una cachetada-. Algún día volverás a mí y rogaras para que follemos y ahí te estaré esperando para recoger los pedacitos que deje esa insípida porque si, sabré esperar. 

-De verdad supéralo, Dani, No somos ni hemos sido nunca nada. 

-Eso nunca, ambos estamos destinados a estar juntos. Ya lo verás, Ethan, ya lo verás... 

Salió del vestidor echando humo y despotricando como loca y yo me quedé de una pieza sin entender aún en cómo me fui a meter con una loca como esta. Ay dios, ¿de verdad no podré tener un día tranquilo en este hospital? 

Minutos antes...

Ethan ha demorado bastante, ya me estoy poniendo nerviosa. Aún no puedo creer que sea hermano de mi principito, tremendo shock, de verdad que no me lo creo.

-Chicos...

-Si... -me respondieron ambos.

-Iré a ver porqué Ethan se demora tanto.

-¿Así que a ver? -Me dijo mi hermana, mientras levantaba sus cejas.

-Mi bella dama, nosotros te esperamos.

Voy camino a los vestidores y escucho una discusión, como puedo me coloco detrás de la puerta que se encuentra entreabierta y veo a Ethan con Dani dentro de los vestidores, ambos se ven molestos y noto como la doctora Collins se está acercando a él, que está medio desnudo, Ash para qué me vine a meter, capaz y este sea uno de esos jueguitos de roles donde el doctor sádico se deja llevar por la loca de patio de su compañera. Decido irme, molesta como si me llevara el diablo cuando escucho algo que llama mi atención.

-Ella no es para ti... Yo soy...-Ethan la tomó del brazo y nota que está molesto, ¿quién será ella? Escucho cada palabra que él dijo, y me quedé perpleja al escuchar las palabras de la doctora. No tuve tiempo de pensar más ya que la doctora Daniela Collins salió hecha una furia, con los ojos llorosos y al pasar por mi lado me empujó.

-Sal de mi camino, maldita.

-¿Y yo que le hice doctora?

-Ya me las van a pagar ustedes dos -siguió despotricando y la verdad no entiendo nada. Me quedé de una pieza, de verdad no sé qué le pude haber hecho, ella es demasiado temperamental. Desde que la conozco parece que yo no le caigo bien. Me doy la vuelta aún confundida con el trato que acabo de recibir, entré a los vestidores y veo a Ethan en bóxer sobándose la mejilla. Me vuelvo hacia un lado avergonzada y él suelta una carcajada.

-¿Estás bien? -pregunté aún con los ojos cerrados y mi cara de lado, él se acerca, casi no dejando espacio entre los dos, toma mi mentón y hace que lo mire a los ojos, esos ojos que me devoran y que siento me van a hacer sucumbir.

-Ahora si estoy bien, pero ¿qué haces aquí? ¿Escuchaste algo? -Ambas preguntas me toman por sorpresa, la verdad escuche algo, pero no quiero sonar chismosa.

-Bueno, este. -junto mis manos y entre verlo semidesnudo y lo que escuché es como si tuviera un cortocircuito, estoy demasiado avergonzada-. No -miento-. Sólo me acabo de topar con la doctora Collins saliendo furiosa de aquí. ¿Qué le hiciste?

-¿Yo?

-No, el mensajero, obvio que tú o ¿hay alguien más acá? -Indagué para saber, puede que no me haya fijado si hay alguien con él, y por eso la doctora se molestó.

-Nada, sólo una discusión de colegas.

-Ah, pues, apúrate que los chicos tienen hambre. -Me quedé de pie esperando.

-Ok. -Me miró de pies a cabeza y luego me hizo un ademán-. ¿Te quedarás ahí de pie esperando o vienes a tallarme la espalda?

-¡No! ¿Está loco? Me voy con los chicos -Salí apresurada del lugar, mientras sigo escuchando las carcajadas de Ethan y siento que soy un tomate volador en este momento. ¿De quién será que hablaban los dos en los vestidores? La doctora Collins se escuchaba muy molesta, en fin, no es de mi incumbencia, así que lo dejaré pasar. Vuelvo a la sala de descanso y me encuentro con los chicos conversando.

-¿Qué te pasó, hermanita?

-Estás roja ¿Mi hermano te hizo algo? ¿Se propasó contigo? dime Val, dime porque si no ¡Lo mato! -Estos chicos son realmente intensos, de verdad que ya quiero conocer a Adam.

-¡No! nada mi principito, es sólo que ví algo y me dio pena. más bien dicho, vergüenza...

-¿Segura? Sino ya sabes, yo.

-¿Yo qué, pulga? -pregunta Ethan entrando a la sala.

-Nada, Hermano. ¿sabes que es muy feo meterse en conversaciones ajenas?

-Pues, entonces ¿me integran?

-Ay, ogro guapetón -Mi hermana se acercó a él-. si ellos no te integran yo lo hago gustosa. 

-Bella. -dijo sonriendo, la abrazó y removió su cabello.

-Sabes que pasa Ethan, es que mi hermana llegó un poco avergonzada y.

-Nos vamos chicos, mi tripa tiene hambre -Trato de despistarlos, pues no quiero que Ethan se entere. No vaya a creer que por su culpa estoy así, aunque sea verdad- ¿Vamos?

Ambos chicos me dan su asentimiento y nos dirigimos los cuatro a la salida del hospital.

-Vamos los llevo en mi auto. -señalo Ethan.

-Lo siento querido, hermano, pero Jack nos está esperando, si quieres puedes venir con nosotros.

-Además debes estar cansado, llevas un turno de 48 horas y no te vi dormir en ningún momento -Le señalo.

-Bueno, no hay discusión aquí. -dice mi peque guindándose del brazo de Ethan-. Te vas con nosotros.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP