. Sebastián
El amanecer se coló por las ventanas de la mansión, bañando la suite en una luz fría. Era el día que la Corporación Belmonte, y toda la élite empresarial, jamás olvidarían. El día en que el CEO Belmonte desmantelaría el mito familiar que lo había sostenido.
Aitana estaba despierta, sentada en el borde de la cama, repasando el plan.
—No hay marcha atrás, Sebastián. Una vez que la verdad salga, no podrás controlar la caída. El valor de las acciones se desplomará, y los accionistas te van a devorar.
—Lo sé. Pero prefiero ser el hombre que reconstruyó Belmonte desde la honestidad que el hombre que la mantuvo con mentiras. El fraude y la traición de Arturo han terminado.
—¿Y qué vas a decir sobre Arturo? ¿Vas a revelar que es tu padre?
—Revelaré que el antiguo socio fundador de Belmonte, Arturo, fue un traidor corporativo y que fingió su muerte. No usaré la palabra 'padre'. Es la última protección que le daré al apellido, pero es una protección a medias. Lo suficiente para que