Horas más tarde, Dmitriy había preparado todo para el sepelio de su madre, se sentía destrozado, a pesar de que siempre estaban distantes, su madre era todo para él, la amaba tanto que siempre había preferido mantenerla lejos de su vida y sus negocios oscuros para hacer que estuviera a salvo.
Pero al verla dentro de aquella caja de madera se daba golpes de pecho, se sentía culpable por haber llevado a Irina hasta su hogar, estúpidamente había creído en ella, y estaba seguro que era la mujer ideal todo hasta que acabó con la vida de su madre.
Se paró justo al lado del féretro, tomó aliento y se dispuso a despedirse de su madre, aquella persona única que siempre había estado de su lado sin importar la clase de vida que siempre llevó.
—Madre, mujer hermosa y llena de vida, hoy me arrepiento de todo el daño que te causé con mis acciones, no debiste haber venido, a mi lado perdiste la vida y nunca me lo podré perdonar, te juro madre que sí Irina fue quien acabó con tu vida no dudaré en a