Luego de aquella intervención, los segundos se detuvieron, Irina estaba emocionada, nuevamente estaba frente a Dmitriy, sintió un leve cosquilleo en su estómago ante la emoción.
—¿Qué está sucediendo? —cuestionó manteniendo su rostro firme.
—Pero, ¿cómo te atreves a sostener la mano de tu madre? —reclamó aquella mujer molesta en contra de su hijo.
—Solo he venido a hablar contigo, pero ella se interpuso —respondió Irina manteniendo la mirada fija en la de Dmitriy.
—¿Qué haces aquí, a qué has venido? —Irina entrelazó los dedos y exhalo con fuerza.
—Necesito hablar contigo... En privado de preferencia, no me sentiría cómoda hablando frente a ella —Dmitriy giró la mirada y la conectó con su madre.
—Esta mujer tiene nombre, soy Olga, la madre de Dmitriy, un hijo que antes de que perdiera la memoria solía respetarme, ahora pone a cualquier aparecido por encima de mí, me siento indignada, lo mejor es que me marche de este lugar —Comentó la madre de Dmitriy mostrándose molesta y luego se