33. Noche incómoda, mañana tensa.
Los estímulos cerebrales en sueño de Samuel parecían bastante normales, de hecho, eran los más comunes que debían esperarse de un sueño profundo y tranquilizante. Las ventajas de este análisis es que, de todas formas, Samuel no había presentado insomnio como las personas que usualmente consumían el medicamento. Pero lo que más nos importaba saber no era exactamente el cómo el sueño de Samuel se veía influenciado por el medicamento, sino directamente las alucinaciones que podían llegar a tener las personas que lo experimentaban. Eso era lo que debíamos analizar.
Y entonces, en medio de aquella noche eterna, Máximo y Santiago se la pasaron en medio de una tensión en la que se paseaban de un lado para otro sin pronunciar ninguno ni una sola palabra. Me pareció un poco absurda la actitud de Máximo. Él entendía muy bien que era evidente que ahora que yo trabajaba con — y para — Santiago, iba a tener que pasar mucho tiempo con él. Entonces, aquellos celos enfermizos me parecieron absurdos