119. Intento de socios.
No pude evitar sentir dolor ante el desprecio de Máximo, pero me sentí como una hipócrita; por eso no tenía ningún tipo de derecho a sentir mal al respeto. Había sido yo la que lo había traicionado, había sido yo la que lo había enviado indirectamente a la cárcel. No tenía ningún derecho a sentirme mal porque me tratara de ese modo. No se desprecio con la ira que podía ver en la claridad de este sector.
Pero tenía que recordarme las veces que fuiste varias veces y que él no era un buen… me había mentido y me voy a usar para su venganza sin importar los sentimientos que hubiera desarrollado o manifestado. Destruyó mi laboratorio, invento que había sido Santiago. Así que yo también debía sentirme enojada, y porque está con él. Mi razón para estar ahí no era más que estrictamente de supervivencia.
Sabía que sí o sí la organización de Máximo debía saber lo que estaba sucediendo con mi hermano; debía conocer toda la versión. Tal vez no tuviéramos que aliarnos, pero tenerlos informados de t