Cap. 31: El fin de una historia.

Aria cargaba a Nina con cuidado, evitando a toda costa mirar hacia atrás, justo donde Axel y Luisana caminaban en un silencio denso, apenas sostenido por la fachada de normalidad.

Pero justo cuando entraban al elevador, la niña abrió los ojos lentamente, como si su cuerpo supiera que aún no era momento de dormir del todo.

—Mami… —susurró Nina, frotándose los ojos mientras apoyaba la mejilla en el hombro de su madre—. Ethan y Dylan se pelearon por mí.

Aria se detuvo un segundo, girando el rostro para mirarla con ternura.

—¿Ah, sí? ¿Y tú qué hiciste?

—Nada… me puse nerviosa —murmuró con inocencia, luego giró la cabecita y, al ver a Luisana, sonrió—. ¡Hola!

Luisana la miró con una ceja apenas alzada y una sonrisa enigmática.

—Hola, pequeña. Veo que tú y tu mami tienen un imán para atraer Montgomery’s —dijo con voz dulce, aunque con un trasfondo difícil de descifrar—. Sobre todo a los que alguna vez se interesaron por mí.

El aire se congeló un segundo.

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