Cap. 219: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 30: Lo que se ve.
La tarde caía suave sobre la casa Montgomery cuando Logan estacionó su camioneta en el garaje. A su lado, Axel bajó ajustándose la chaqueta, más serio de lo habitual. Logan lo había invitado a almorzar en familia.
La sala estaba impecable. Los juguetes de los trillizos guardados, las almohadas en su sitio, un aroma delicioso a comida recién hecha flotaba en el aire. Sobre la mesa, un mantel limpio, vasos alineados y un jarrón con flores sencillas. Logan entrecerró los ojos.
—¿Qué…? —susurró.
Una mujer apareció desde la cocina. Cabello recogido en una coleta, rostro suave, mirada tímida pero firme. Se secó las manos en el delantal y les sonrió con respeto.
—Buenas tardes. Usted debe de ser el señor Montgomery. Soy Aria. Su hermano me dijo que su esposa necesitaba ayuda, así que vine a colaborar con lo que hiciera falta.
Logan no respondió de inmediato. Solo la observó. En su mente resonó con claridad:
«Así que tú eres Aria»
No hacía falta más. Lo entendió todo.