Pov Christopher
La habitación de mis hijos es amplia, con un ventanal enorme que deja entrar la luz natural. Está pintada en dos tonos, rosa pálido y azul oscuro, indicando la diferencia de género. Hay tres camas pequeñas, dos pegadas y una separada de la otra. Él corazón me late demasiado rápido cuando siento el olor de mis tres hijos mezclados en el ambiente. Hay una pequeña mesita de noche con algunos dibujos en ella y que esté en el espacio varonil me indica que es de Nathan.
«Lleva el diseño en la sangre»
Las maletas en un rincón me indican que no han terminado de desempacar y el montón de juguetes lo consentido que los tienen.
«No fuiste tú él que le compro nada de esto»
No fuiste tú quien los escuchó decir sus primeras palabras, dar sus primeros pasos. La cabeza me da vueltas y siento de pronto que no puedo respirar.
«Es una culpa que no se quitará tan fácilmente, lo sé»
—Iré a preparar la bañera —dice Alisson yéndose al cuarto de baño.
Nathan busca un pequeño traje de