La ambulancia llegó cinco minutos después.
Cuando los paramédicos entraron, Emerson aún estaba en la cima de la escalera, con un rostro desamparado.
Los paramédicos subieron el cuerpo de Bianca a la camilla, mientras decían que tenía el pulso muy débil.
Emerson bajó la escalera, fue tras ellos.
Al salir, vio a Betty y Bradley llegar, corrieron hasta él.
—¡Emerson! —exclamó Bradley
Betty lanzó un gritito ahogado al ver a Bianca.
—¿Qué fue lo que pasó?
—Ella… ¡Se lanzó por la escalera! Se suicidó porque no quise volver a su lado, ni criar a un hijo que no es mío —dijo Emerson, su mirada era incluso perdida, sus ojos eran llorosos.
Betty se cruzó de hombros, sintió un escalofrío y quería reconfortarse.
Bradley se dio cuenta de lo mal que estaba Emerson, tocó su hombro, lo miró a los ojos.
—Vamos al hospital, te llevaremos, Emerson, no es tu culpa, ella tomó su loca decisión, tú no tienes la culpa de sus problemas mentales.
Emerson alzó la vista, miró a Bradley, asintió.
Fuero