Tatiana caminaba de un lado a otro en la amplia habitación de la mansión, su mente ardiendo de furia. La luz de la luna se filtraba por los ventanales, proyectando sombras alargadas sobre las paredes decoradas con elegancia. En su mano derecha, su teléfono temblaba. Acababa de recibir unos audios que le habían quitado el aliento.
—No puede ser… —susurró, sintiendo cómo su piel se erizaba.
El remitente de los audios era un número desconocido. Al principio pensó que sería algún error o una broma sin sentido, pero cuando los escuchó, su mundo entero se tambaleó. Era la voz de Axel, su prometido, el hombre con el que iba a casarse en tan solo dos meses.
Pero lo que decía en esos audios la llenaba de un odio que jamás había sentido.
Primer audio:
"No puedo sacarla de mi cabeza, ¿entiendes? Carolina sigue aquí, en cada rincón de mi mente. Es una enfermedad, lo sé, pero no quiero curarme. La amo como nunca podré amar a otra mujer. Ni siquiera a Tatiana. Ella solo es un escape, un intento pat