POV : Eliot Won
Sentí cómo mi corazón se caía a pedazos cuando Carolina mencionó el divorcio. Era como si alguien hubiera metido la mano dentro de mi pecho y lo estuviera aplastando sin piedad. Simplemente no podía. No podía dejarla ir. Ella era mía… mía y de nadie más. No dejaría que Axel me la arrebatara, no después de todo lo que habíamos pasado. No después de haberla amado hasta romperme.
Salí dando un portazo porque necesitaba aire, necesitaba espacio. Caminé sin rumbo por los pasillos del hospital, con la rabia ardiéndome en el pecho. No sabía si quería gritar, romper algo o volver corriendo a abrazarla y suplicarle que no me dejara. Y al final, cuando el torbellino de emociones empezó a calmarse un poco, supe lo que tenía que hacer.
Volví.
No podía permitir que esto terminara así.
Abrí la puerta de su habitación con fuerza, esperando encontrarla en la cama, con los ojos llenos de lágrimas pero todavía ahí… todavía conmigo.
Pero no había nadie.
La cama estaba vacía. Las sábanas