Cap. 65: Nuestro nuevo comienzo.
El refugio de madera estaba bañado por la luz del atardecer, que se filtraba entre las rendijas y envolvía todo en tonos cálidos. El aroma de las flores silvestres y el sonido lejano del lago eran los únicos testigos de lo que estaba por suceder.
Stella se encontraba frente a la cama, su respiración aún agitada por la caminata y la anticipación que crecía en su interior. Su vestido se ceñía suavemente a su figura, dejando entrever el pequeño bulto de su vientre. Sabía que Mike lo había notado, porque sus ojos no habían dejado de recorrerla con una mezcla de emoción y deseo desde que entraron.
—Eres tan hermosa... —murmuró Mike, acercándose lentamente hasta quedar frente a ella. Sus manos encontraron su cintura, y sus dedos comenzaron a trazar círculos suaves sobre la tela de su vestido—. Más de lo que puedo soportar, y este lugar es mágico —comentó él.
Stella tragó saliva, sintiendo el calor que irradiaba de él. Esta vez no había timidez en ella, solo una entrega absoluta. Levantó la