Isabella Romano
El zumbido de un teléfono sonando interrumpió mi sueño. Me remuevo en los brazos de Salvatore mientras el ruido cada vez se volvía más intenso. Salvatore se remueve en la cama y se aleja de mi cuerpo, lo que me obliga a abrir mis ojos lentamente.
Seguía siendo de noche. ¿Quién molestaba a esta hora?
—Espero que sea una buena razón por la que llames a esta hora—espeta Salvatore molesto
Me siento en la cama soltando un bostezo y veo como Salvatore se tensa mientras se levanta de golpe de la cama.
—¿Como carajos sucedió?---pregunta Salvatore
Fijó la mirada en él y Salvatore suelta una maldición mientras agarraba sus sienes.
—Estaré ahí. Que ningun puto encargado se mueva hasta que yo llegue.
Salvatore cuelga la llamada y yo me levanto de la cama.
—¿Qué ha sucedido?
—Uno de los almacenes ha explotado—responde mientras empezaba a cambiarse de ropa.
—¿Cómo sucedió?
—Eso voy a averiguar.
—Ire contigo
—Joder, no. Es peligroso.
—Ire contigo y no está en disputa. No me