Isabella Romano.
Han pasado ya unos días desde la reunión de capos y el ambiente en el piso ha cambiado demasiado.
La tensión había disminuido y habíamos comenzado a tener un par de intercambios de palabras con Salvatore. Cada uno seguía su rutina diaria, pero llegaba el momento en donde ambos nos topamos y teníamos ese cruce de palabras sin ninguna tensión de por medio.
Ahora mismo me encontraba sentada en el sofá de la sala mientras veía una película en la televisión. Solo vestía una de mis pijamas, ya que no iba a salir a ningún lugar.
—¡Giulia!---grita Salvatore.
Si, bien, creo que lo bonito ha terminado.
Salvatore entra a la sala con una carpeta en mano y me tense de golpe. ¿Acaso había descubierto la verdad de todo y sabía que en verdad no era Giulia?
—¿Sucede algo?---trato de mantener la compostura
Lanzó la carpeta frente a la mesa de centro y tragó nerviosa, provocando que Salvatore entrecierre su mirada hacia mi.
—¿Qué es esto?--pregunto tomando la carpeta bajo su mir