Por Alberto
-Mientras tanto, mañana, con uno de mis hombres, vas a ver dos casas, la que más te guste, va a ser tu hogar, el día que Ricardito cumpla 18 años, va a ser el dueño absoluto de la propiedad.
-No es necesario…
-Quiero brindarle lo mejor y compensarte, de alguna manera, los años de sufrimiento.
-Gracias señor.
-Una última pregunta ¿Querés vivir en este pueblo o vivir en la Capital Federal? Podés elegir el destino, en capital es más fácil estudiar y…
En ese momento se me ocurrió esa opción.
- ¿Puedo elegir?
-Por supuesto.
Sin dudarlo, me dijo que prefería ir a vivir a la Capital.
-Ok.
Llamé a Claudio y le pedí que al día siguiente busque una vivienda acorde a mis pretensiones.
-Gracias… señor, yo vivo con una amiga… ¿Le puedo decir que me acompañe por un tiempo?
Le sonreí con amabilidad.
-Sí, no tengo problema, lo único que te pido, es seguir viendo a Ricardito cuando mis negocios me lleven a Buenos Aires.
Por supuesto.
Siguió firmando documentos y quedamos en que nos veríam