Arnold no duda en salir de la habitación y yo hago lo mismo, dándonos el apoyo que necesitamos para sobrevivir a esto. Por eso, cuando Anthon aparece en la sala y su pie pisa una trampa que hace que el piso se abra y quede prisionero con una trampa para oso, los dos sonreímos triunfantes desde el segundo piso.
— ¡Mierda! — grita Anthon.— Hola, primo. — dice Arnold y de inmediato, Anthon dispara, por lo que, yo saco mi arma y disparo al brazo donde ese bastardo tiene el arma.— ¡Oh, maldita sea! — grita Anthon mientras mi esposo me sonríe con orgullo.Arnold presiona su botón y de inmediato, los rayos láser aparecen cortando la piel del hombre que grita, mientras mi esposo hace que los rayos láser se muevan.Son esos gritos los que hacen que los demás enemigos de Anthon se acerquen a la propiedad al punto que tocan el claxon de una forma característ