No sé si es Arnold o Anthon, lo que sí sé es que no quiero que él sea la última persona que vea antes de morir. No lo merece. Es por ello, que intento alejarme o mirar hacia otro lado, pero mi cuerpo duele tanto que no puedo hacer ninguna de las dos cosas.
— No te muevas, recuerda que estás muy herida. — dice él y yo lo observo con odio.— Es por ti, ¿no lo estás disfrutando ya? Verme así era lo que deseabas. — respondo con frialdad.— Tienes razón, Eva. Todo esto es mi culpa. Pero, te aseguro que lo voy a solucionar. Todo estará bien, no te preocupes. — dice él tan interesado en mi salud, que no parece que fuera alguno de los hombres que tanto daño me han causado.El ruido de la ambulancia se hace más fuerte al punto en el que es insoportable porque ya está aquí y es por ello que muchos hombres abajo hacen tod