Rafael mantuvo su rostro serio, una tranquilidad que lo torturaba inevitablemente.
No esperaba verla de nuevo, no esperaba tener que tenerla enfrente. Se estaba debatiendo entre lo que quería y lo que debía.
Y ella ya no hacía parte de su vida, así lo había decidido en el pasado, y la única responsable era ella.
Abigail lo miró una vez más, observando su mirada cargada de odio y desprecio.
Quería ser fuerte y no derrumbarse en el momento… ese hombre que tenía enfrente no era el mismo hombre que conocía. Y le dolía pensar que ella podía ser la responsable de que él fuera así ahora.
Sus manos estaban temblando. No solo había sido el choque de verlo de nuevo, sino también el ver la persona que se había convertido.
Ella tomó sus cosas y caminó con rapidez, sin mirar a su alrededor. No tenía cabeza para pensar si estaba haciendo lo correcto o no, no tenía cabeza para pensar que seguir de esa manera en la empresa era lo mejor.
Sus piernas parecían no responder, tomó un taxi y cuando es