Danny había sido asesinado poco después de que yo salí de su departamento, unos minutos apenas, en ese momento siquiera había llegado a la casa, era la principal sospechosa. Así que mientras tenía el corazón destrozado y la mente embotada por la muerte de ese amigo reciente pero tan querido no pararon de hacerme cuestionamientos insidiosos. Estuve en una crisis de nervios, ansiedad... Me puse agresiva, actúe mal y les grité a las personas que intentaban realizarme las preguntas, así que me dejaron sola en aquel tétrico cuartito mientras sentía como el mundo se me caía a pedazos.
Comencé a llorar desesperada, «no puede estar muerto—susurré a la nada—ayer lo vi, ayer hablamos... Nos reímos, no es justo. Tiene que ser un chiste» sabía que estaba comportándome de una manera terrible, pensé que sospecharían más de mí a pesar de que era inocente pero no sabía como controlarme, era mala conteniendo mis emociones, justo ahora sentía que explotaba como un volcán.
Todo en lo que había creí