La fiesta dio por terminada, los invitados fueron despedidos y dio inicio una investigación profunda para encontrar al culpable de atentar contra la vida de su majestad. Eleanor se quedó esperando a que alguien pudiera darle noticias acerca de la condición de Astor, pero al igual que con el resto, la despidieron.
Al volver a su habitación, se sentía inconsolable, pidió que la dejaran sola y se permitió volver a llorar, en realidad no entendía porque no podía parar de hacerlo, tenía miedo de que Astor muriera, enterró el rostro en la almohada y percibió el aroma del demonio, buscó debajo y encontró el pañuelo que le había dado días antes, por inercia se lo llevó al rostro para olerlo. sintiendo como su cuerpo se relajaba.
—Necesito saber que sigue vivo.
Pero aquella noche no hubo más noticias, trató de dormir un poco, pero no pudo descansar nada, fue hasta el día siguiente, pasando el medio día, que Alcira pudo darle un poco de información.
—Ayer atraparon al sirviente culpable mientra