—Eleanor —la débil voz de Astor tras ella, llamó su atención.
Cuando volteó a verlo, él ya había vuelto a su forma “humana”, a la chica se le llenaron los ojos de lágrimas, creyó que estaba soñando, pero no se lo pensó mucho, se deslizó con rapidez hasta él, lanzándose sobre su regazo y lloró desconsolada.
—Siento haberte preocupado — murmuró Astor, mientras acariciaba su cabello.
Se fijó a su alrededor y miró el cuerpo de su hermano menor, observó el camino de destrucción que había dejado y pronto se dio cuenta que la única responsable de ello, era su Eleanor.
—Lo siento.
Ella llevaba un rato viéndolo, así que se daba una idea de lo que pasaba por su mente.
—Lo siento — volvió a repetirle con dificultad, temiendo que ahora le odiara, pues estaba segura de que había matado a su hermano menor. — Lo he matado.
Astor no sabía exactamente cómo reaccionar, había un montón de pensamientos recorriendo su mente, y un sentimiento de perdida enorme que no lograba entender, pero lo unico que ten