El lugar donde ahora habitaba Emmett, estaba muy alejado de la capital, colindando con la frontera norte, por el trayecto, nadie sospechaba la verdadera razón del distanciamiento con el emperador, sin embargo, ambos sabían que se debía a solamente por una persona: Eleanor.
Habían pasado años desde la última vez que se habían visto, así que cuando su majestad pidió que lo recibiera en su palacio, su hermano, aunque extrañado, también sentía curiosidad acerca de lo que el emperador necesitaba, por supuesto que no tenía idea alguna de que su segunda esposa seguía con vida y justo ahora estaba a escasos kilómetros de distancia.
El día pactado, llegó, y aunque todos estaban nerviosos acerca de lo que podría suceder, también sabían lo necesario que era realizarlo.
Astor se tomó el tiempo de despedirse de su madre y sus dos pequeños hijos, parecía una clase de mal presagio que hiciera todo eso, sin embargo, también era visto como algo normal, dado que estaría alejado a un día completo de cam