—...Ciertamente es difícil hacer esa suposición —dijo el mayordomo.
—Si al principio el señor se hubiera casado con Isabella, entonces no habría tenido contacto con la señorita Undurraga, mucho menos se habría enamorado de ella.
Eduardo guardó silencio: —Entonces fue mi culpa, yo mismo causé la tragedia de estas dos personas.
Viendo a don Eduardo sumido en decisiones erróneas del pasado sin poder salir, el mayordomo suspiró:
—En ese momento usted tampoco pensó que tendría este resultado, además originalmente era un matrimonio por contrato de dos años de duración. Todos pensamos que el mejor resultado sería que el señor y la señorita Undurraga se enamoraran mutuamente, en el peor caso simplemente se disolvería el matrimonio y el señor volvería a elegir pareja.
Quién iba a saber que el señor primero lastimaría a Marisela y después se enamoraría, convirtiéndose en una pareja resentida, enredados hasta ahora.
Eduardo no habló más, sabía que las cosas del pasado no se podían cambiar, no pod